viernes, 22 de enero de 2016

MARÍA MOLINER

María Moliner .Diccionario de Uso del Español





María  Moliner  (Zaragoza, 30 de marzo de 1900 – Madrid, 22 de enero de 1981) Filóloga, lexicógrafa y experta en biblioteconomía.

Estudió en la Institución Libre de Enseñanza, y debe su interés por la expresión lingüística y por la gramática a Américo Castro.

En Zaragoza se formó y trabajó como filóloga y lexicógrafa en el Estudio de Filología de Aragón, desde 1917 hasta 1921, años en los que colaboró en la realización del Diccionario aragonés.




En 1921 se licenció en la especialidad de Historia, la única existente por entonces en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, con las máximas calificaciones y Premio Extraordinario.

En 1922 María ganó las oposiciones para el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, siendo destinada  al Archivo General de Simancas, más tarde en 1924, pasó al Archivo de la Delegación de Hacienda en Murcia y años más tarde, a comienzos de los treinta, al de Valencia.





Su inclinación por el archivo, por la organización de bibliotecas y por la difusión cultural, la llevó a reflexionar sobre ello en varios textos: Bibliotecas rurales y redes de bibliotecas en España (1935) y a una participación muy activa en el grupo de trabajo que publicó, de forma colectiva, el librito Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas (1937), un trabajo vinculado a las Misiones Pedagógicas de la República.




Además, dirigió la Biblioteca de la Universidad de Valencia, participó en la Junta de Adquisición de Libros e Intercambio Internacional, que tenía el encargo de dar a conocer al mundo los libros que se editaban en España, y desarrolló un amplio trabajo como vocal de la Sección de Bibliotecas del Consejo Central de Archivos, Bibliotecas y Tesoro Artístico, creado en febrero de 1937, en la que Moliner fue encargada de la Subsección de Bibliotecas Escolares.

Tras la derrota del bando republicano en la Guerra Civil Española ella y su marido fueron  depurados.

En 1946 ambos fueron rehabilitados y María se incorpora a la Biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid, llegando a ser su directora hasta su jubilación en 1970.




Su gran obra el Diccionario de Uso del Español (DUE) , fue una enorme empresa que le llevaría más de quince años, trabajando siempre en su casa.

Su Diccionario era de definiciones, de sinónimos, de expresiones y frases hechas, y de familias de palabras.


Además, anticipó la ordenación de la Ll en la L, y de Ch en la C o términos de uso ya común pero que la RAE no había admitido,  y agregó una gramática y una sintaxis con numerosos ejemplos.

A pesar de ser una autoridad en la gramática y el uso de la lengua española jamás formó parte de la Academia de la Lengua por ser mujer.

En 1973, quizá, para compensar la injusticia,  la Real Academia Española le otorgó, por unanimidad, el Premio "Lorenzo Nieto López", por sus trabajos en pro de la lengua




Documentales sobre María Moliner

Documental Sobre María Moliner
El Diccionario de María Moliner



Bibliografía adicional:
Inmaculada de la Fuente (2011). El exilio interior. La vida de María Moliner.
Hortensia Búa Martín (2012). María Moliner: La luz de las palabras.

La inventora del lavavajillas, Josephine Cochrane (1839-1913)

La inventora del lavavajillas, Josephine Cochrane (1839-1913)

 

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coch1En 1850 Joel Houghton patentó la idea de fabricar un lavavajillas que nunca se llevó a cabo. Unos treinta años después, una mujer patentaría y construiría ella misma la primera máquina para lavar platos de manera mecánica. Esa mujer, Josephine Cochrane, fue una dama de la alta sociedad quien, gracias a su ímpetu y su determinación, puso en el mercado uno de los aparatos domésticos que hoy en día no falta en muchos de nuestros hogares.
Josephine Garis Cochrane nació el 8 de marzo de 1839 en el condado de Ashtabula, en Ohio. De su infancia se sabe muy poco, solamente que vivió buena parte de ella junto a su padre, John Garis, entre Ohio e Indiana. Huérfana de su madre, llamada Irene Fitch, y con su única hermana lejos de casa, Josephine se crió junto a John, un ingeniero hidráulico que a buen seguro inculcó en su hija el interés por la mecánica y la ingeniería.
Tras estudiar en la escuela, Josephine vivió un tiempo con su hermana en Illinois hasta que contrajo matrimonio. Tenía diecinueve años cuando Josephine se casó con William Cochran, un hombre de negocios dedicado también a la política del que adoptó su apellido añadiéndole una “e” al final.
La señora Cochrane se convirtió pronto en una dama de la alta sociedad y una perfecta anfitriona. En sus largas y continuas veladas había mucho trabajo por hacer, entre otras cosas, limpiar los múltiples platos que se ensuciaban. Evidentemente ella no hacía aquella tediosa tarea reservada al personal de servicio de su casa pero la ruptura de muchas piezas de su lujosa vajilla empezó a suponer para ella un problema, sobre todo si tenemos en cuenta que algunos de los platos de los que disfrutaban sus invitados era porcelanas chinas del siglo XVII.
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Mujer emprendedora y defensora de la máxima “si quieres algo, hazlo tú mismo”, decidió diseñar una máquina que lavara su suntuoso arsenal de cocina. Dentro de una caldera de cobre dispuso una rueda con una serie de compartimentos con cables en los que cupieran a la perfección platos, vasos y otros utensilios. Dicha rueda se movía gracias a un motor mientras entraba y salía por distintos conductos agua con jabón. Había nacido la conocida como “Lavavajillas Cochrane”.
Pronto la invención de su artilugio llegó a oídos de distintos hoteles y restaurantes de la zona que obligaron a Josephine a patentar y fabricar de manera más o menos masiva su nuevo invento, presentado de manera oficial en la Exposición de Chicago de 1893 donde ganó el premio al mejor invento.
Josephine Cochrane fundaría la Companía Garis-Cochran que sería uno de los remotos orígenes de la empresa Whirpool.
Josephine Cochrane fallecía el 3 de agosto de 1913.

Sobre el artículo original

El artículo La inventora del lavavajillas, Josephine Cochrane (1839-1913), se publicó en el blog Mujeres en la Historia de Sandra Ferrer Valero el 4 de septiembre de 2014.
Un especial agradecimiento a la autora del artículo por permitir su reproducción en Mujeres con ciencia.

Katharine Burr Blodgett, física química

Katharine Burr Blodgett, física química

800px-Katharine_Burr_Blodgett_(1898-1979),_demonstrating_equipment_in_labLa física química Katharine Burr Blodgett (1898-1979) nació un 10 de enero.
Fue la primera mujer en recibir un doctorado en Física por la Universidad de Cambridge (1926).
Fue contratada por General Electric (Schenectady, Nueva York) como investigadora científica tras recibir su título de master en 1920, siendo la primera mujer en trabajar en ese puesto en dicho laboratorio.
La película de Langmuir-Blodgett lleva su nombre y el de su otro inventor, el químico Irving Langmuir.

Más información

Exposición: Investigadoras en la Luz y las Tecnologías de la Luz
Exposición: Investigadoras en la Luz y las Tecnologías de la Luz
Edición realizada por Marta Macho Stadler

Calendario descargable gratis de TuttiConfetti

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Feliz 2016. Calendario descargable de Tutticonfetti, 12 meses 12 mujeres. Lo podéis descargar aquí.

Sophia Lousia Jex-Blake: médica y profesora


lunes, 20 de abril de 2015

Sophia Louisa Jex-Blake. Médica, profesora y feminista inglesa.



Sophia Louisa Jex-Blake (21 enero de 1840-7 enero de 1912) Médica, profesora y feminista inglesa.

Fue una destacada activista de la educación médica para las mujeres.

Participó en la fundación de dos escuelas de medicina para las mujeres en Londres y en Edimburgo, en un momento en el que las mujeres no tenían acceso a las escuelas de medicina. En Edimburgo también impulsó un hospital para mujeres.

Dirigió la campaña para proporcionar a las mujeres acceso a la educación universitaria, cuando ella y otras seis mujeres, formaron un grupo colectivamente conocido como Edinburgh Seven, “Las Siete de Edimburgo”(*) y comenzaron a estudiar medicina en la Universidad de Edimburgo en 1869. Edimburgo se convirtió en la primera universidad británica en admitir mujeres.



Fue la primera doctora que practicó la Medicina en Escocia, y una de las primeras en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.

jueves, 21 de enero de 2016

MUJERES

Mujeres


verkami_c2ffa5270ff7fead52fc302f25c6c514Título: Mujeres
Autora: Isabel Ruiz Ruiz
Editorial: Ilustropos
Páginas: 42
Fecha de publicación: 2015
ISBN: 978-84-608-3717-6

Información editorial

La ignorancia de su misma historia de luchas y logros ha sido una de las principales formas de mantener a las mujeres subordinadas.
Gerda Lerner
Mujeres es un álbum ilustrado en el que se reúnen dieciocho mujeres reales: poetas, pintoras, científicas, políticas… Mujeres que merecen ser parte de los referentes de nuestros hijos e hijas. Mujeres que deben ocupar su lugar en la historia, que no deben ser olvidadas.
Las ilustraciones van acompañadas de una frase en la que cada una de ellas nos habla de si misma, de su forma de enfrentarse o de entender el mundo, palabras con las que nos dan una lección de vida. Incluye unas breves pinceladas sobre la biografía de cada una de ellas.

Nota de la editora

En la página de Behance de la ilustradora Isabel Ruiz Ruiz pueden verse los nombres y las ilustraciones de las dieciocho mujeres que forman parte de este libro. También pueden leerse informaciones variadas en el blog Mujeres.
Las científicas ilustradas en Mujeres son (por orden de aparición): Hipatia de AlejandríaMarie CurieFlorence NightingaleMaria MontessoriDian Fossey eIrena Sendler… y se alude también a la fotógrafa Margaret Bourke White, de la que hemos hablado en Mujeres con ciencia.
Las seis mujeres de ciencia. © Isabel Ruiz Ruiz
Las seis mujeres de ciencia. © Isabel Ruiz Ruiz.
Edición realizada por Marta Macho Stadler.

La primera ginecóloga, Trotula de Salerno (1110-1160)

La primera ginecóloga, Trotula de Salerno (1110-1160)


trotula-salernoEn un mundo dominado por los hombres en el que las mujeres solamente podían acceder al conocimiento tras los muros de un monasterio, una mujer se abrió camino. Trotula de Salerno se convirtió en la primera mujer en escribir y tratar sobre temas de ginecología y obstetricia. Sus ideas fueron tan eficaces y novedosas que hasta el siglo XX existieron voces que quisieron dudar de su existencia.

La esposa del médico

Son prácticamente nulos los datos que tenemos de la vida privada de Trotula de Ruggiero, nacida posiblemente en 1110. Su nombre aparece siempre relacionado con la Escuela de Medicina de Salerno en la que estudió. Algunos investigadores afirman que fue la esposa de uno de los fundadores de dicho centro, Johannes Platearius, a quien posteriomente se le atribuiría la obra de Trotula.

Las damas de Salerno

Antes de la fundación de las universidades el saber en la Edad Media estaba en manos de la Iglesia. Eran los monasterios, sobre todo masculinos, los que custodiaban todo el saber antiguo y contemporáneo. El arte de la medicina también estaba reservado a los hombres. Salvo excepciones como la granHildegarda de Bingen, las mujeres sólo podían ejercer como comadronas. El resto de saberes médicos les estaban vetados.
Pero en el siglo XI se fundaba en Salerno una escuela excepcional. Cerca del importante monasterio benedictino de Montecassino, en las proximidades de Nápoles, se fundó la primera escuela médica laica y a la que tenían acceso las mujeres. En ella, las estudiantes de medicina podían acceder a conocimientos médicos amplios, más allá de los relacionados con las tareas de las parturientas.

Un saber revolucionario

Trotula supo aprovechar esta oportunidad y se convirtió en una médica capaz de tratar enfermedades como el cáncer, dolencias oculares o problemas en la piel. Pero sus ideas más revolucionarias para su tiempo estuvieron relacionadas con el área de la ginecología y la obstetricia.
Su obra Passionibus Mulierum Curandorum (Las Dolencias de las Mujeres) expuso temas tan peligrosos para su tiempo como intentar eliminar la creencia de que todos los males de la mujer le venían de la menstruación o que los problemas de infertilidad no sólo podían tener su origen en ellas sino también en los hombres. Trotula defendió también el uso de hierbas para mitigar los dolores del parto, algo totalmente prohibido en su tiempo.
Esta amplia obra de 60 capítulos en las que habla del embarazo, el parto, el puerperio, la fertilidad y otros temas relacionados con la mujer se convirtió en texto imprescindible en las universidades europeas hasta el siglo XVI.
Ornatu Mulierum es otra de sus obras en las que defiende la higiene como necesaria para la prevención de infecciones y enfermedades en las mujeres, algo totalmente novedoso en la Edad Media.

Negación del saber

La obra de Trotula fue tan revolucionaria para su tiempo que ya desde el siglo XII, empezaron a levantarse voces afirmando que era prácticamente imposible que una mujer pudiera haber escrito todo aquel saber y dieron la autoría de sus libros a su marido. Se llegó a afirmar que Trotula no había existido. Voces críticas que se levantaron incluso en el moderno siglo XX insistiendo en que no era posible que una mujer hablara de temas tan complicados.
Pero a pesar del empeño de algunos por silenciar a Trotula de Salerno, lo cierto es que sus ideas y sus conocimientos ginecológicos se enseñaron durante siglos en las universidades.

Sobre el artículo original

El artículo La primera ginecóloga, Trotula de Salerno (1110 – 1160), se publicó en el blog Mujeres en la Historia de Sandra Ferrer Valero el 6 de julio de 2011.
Un especial agradecimiento a la autora del artículo por permitir su reproducción en Mujeres con ciencia.

Sobre la autora

Sandra Ferrer Valero, periodista y apasionada de la historia, escribe en su blog sobre Mujeres en la Historia.